lunes, 31 de diciembre de 2007

...¿qué harias...?


-Me gusta tu boca- te dije
-¿Qué harías con mi boca?- preguntaste
-Primero la dibujaría y recorrería con mis dedos una y otra vez. Luego me acercaría lentamente moviendo mi rostro de un lado a otro sin tocarlos, tan cerca que sentiría tu respiración, después besaría sutilmente la comisura de tus labios para alejarme luego y tomar contacto nuevamente, suavemente, amorosamente. Lentamente mis labios abrirían los tuyos y finalmente te besaría con toda mi pasión.-

-Me gustan tus ojos- te dije
-¿qué harías con mis ojos?- preguntaste
-Me hundiría en la profundidad de sus pupilas, luego los cerraría con mis besos y volvería a mirarlos para grabarlos en la pupila de los míos-

-Me gustan tus manos- te dije
-¿qué harías con mis manos?- preguntaste
-Las recorrería con las mías centímetro a centímetro, entrelazaría mis dedos con los tuyos, aprendería de memoria el dibujo de tus palmas, las besaría tiernamente y les mostraría el camino a cada rincón de mi cuerpo.-

-Me gusta tu pelo- te dije
-¿qué harías con mi pelo?-preguntaste
-fundiría mis dedos en el, grabaría en mi mente su color, sentiría el aroma de su esencia...-

-Me gusta tu piel- te dije
-¿qué harías con mi piel?- preguntaste
-me impregnaría en su olor, me fusionaría con ella, acariciaría cada hectárea de su superficie, memorizaría cada marca, cada color...sentiría íntimamente su calor.-

-Me gusta tu alma- te dije
-¿qué harías con mi alma?- preguntaste
-La abrazaría tan fuerte que no podrías distinguir donde comienza tu alma y donde termina la mía-

2 comentarios:

. dijo...

bello

realmente siento que tenés el don de la emoción, de la sensibilidad

ojalá este diálogo haya sido real, ojalá ese "qué harías...?" se haga realidad

sería realmente sublime

un abrazo
claudia

Anónimo dijo...

Lo lejano lo hace deseable, lo dificil te parece intenso, quieres hacerlo palpable y consagrarlo con tus manos.

¿Es posible preservar el valor de todo por una eternidad? cuando al parecer nada parece ser eterno. Cúlpenme de blasfemia. Pero ni el mismo amor parece ser perenne. Mas quisiera yo que así fuese.

Las palabras, aveces, parece llevarselas el viento, cuando pregunta, me parece casi insolente que lo diga en vez de hacerlo. Es algo, que parece ser una acción inexistente. Por que lo renombra con tanta intensidad que aparece como un verbo.

Atte.
Mari