domingo, 6 de enero de 2008

...prision

Encerrada
sola
vacía
Mis sábanas
son mi prisión
Mis brazos, mis piernas
buscan en vano
bajo la cárcel
de seda.
Mi cuerpo espera
la libertad
Mi alma espera
que otra alma
abra la celda
Entonces no serán
más prisión
serán paraíso
y no estaré´
más encerrada
Seré libre
bajo las sábanas
plena
feliz
amada
amante

Tengo para él...

  • millones de caricias suaves, íntensas, íntimas, nuestras.
  • millones de besos discretos, sencillos, fogozos, atrevidos, ardientes, nuestros
  • suspiros tímidos cuando lo mire y me mire, gemidos de pasión cuando me tenga y lo tenga.
  • la primera y la última mirada del día.
  • un mapa escrito en mi cuerpo para que se convierta en el explorador que conquista todo mi mundo
  • un lápiz en mis dedos, labios y lengua para escribir mi propio mapa de su cuerpo.
  • un chip en mi memoria y en mi alma para guardar cada sonrisa, cada llanto, cada palabra, cada gesto, cada pensamiento que de el venga (sin "reset")
  • mi cuerpo, mi mente, mi alma, mi corazón que no viviran más solo por mi y solo para mi.
  • la promesa de amarlo más allá de que la muerte nos separe
  • mi amor de amante, de amiga, de esclava, de reina, de compañera...DE MUJER.



Día de reyes


Hoy estuve recordando aquellas previas de noche de reyes hace ya tantos años. Están frescos en mi memoria los preparativos que con mi padre realizábamos esperando que tan ansiada visita ocurriera, era un rito que se repetía año a año hasta que cumplí 7 y una amiguita en dramático secreto y revelación a la vez me lo confesó: -son los papis-.
Recuerdo que teníamos uno de esos fuentones de dos manijas metálicos,el cual servía de recipiente para el agua fresca que dejaríamos a los camellos que, seguramente, vendrían cansados de tanto camino recorrido, además de algo de pasto recién cortado y bien ubicado cerquita del agua (tiempo después me percaté que el pasto era obtenido a unos metros de distancia de donde lo dejábamos...). Luego buscaba los zapatos nuevitos que me regalaron en navidad o que estrené para el último acto en la escuela al finalizar el año, bien lustrados e impecables eran puestos en la ventana de mi habitación a esperar que estos visitantes depositaran su regalo allí.
Había que irse a dormir temprano y profundamente so pena de que si estaba despierta no pasaban (obvio!!.....jeje)
La emoción del día siguiente al salir y encontrar un regalo perfectamente envuelto sobre los zapatos o muy cerca de ellos , de ver como el agua había sido tomada en su totalidad y el pasto había servido para saciar el hambre de esos queridos animales, era inmensa (creo que alguna vez tuve la intención de dejar comida para los reyes, pero mi padre muy sagazmente me convenció de que ellos no tenían hambre...jeje muy astuto)
Una vez conocido el secreto tan bien guardado por mis padres, el día de reyes perdió un poco el encanto hasta que,dos años después nació mi hermana y , como corresponde a una hermana mayor me hice cómplice de mis padres y disfruté de los 6 de enero junto a ella.
Ha pasado mucho tiempo y cuando recuerdo esto siempre agradezco a mis padres haberme permitido desarrollar la capacidad de tener ilusiones y de creer en la magia. Muy por el contrario de sentirme traicionada por ellos por esa "mentira", siempre pensé en el esfuerzo de sigilosamente moverse en la madrugada, dejar el regalo y deshacerse de todo para hacer de mi día de reyes un día mágico.