jueves, 10 de enero de 2008

pido un deseo...


Sueño
con las íntimas
caricias
de tu piel.
Anhelo
el vigor
de tu fuerte abrazo.
Espero
perderme en
tu
clara mirada.
Ruego
por sentirte
dentro mío.
Ansio
oir los latidos
apoyada
en tu pecho.
Deseo
la fusión
de nuestras almas
y
nuestros cuerpos.
...
Te sueño
te anhelo
te espero
te ruego
te ansio
te deseo
...
y mientras tanto
desfallezco
desespero
muero en deseo...

La Maldición

"Cuando él llegó aquella fría mañana de fines de otoño a su cabaña, hambriento y aterido, ella lo recibió entre recelosa y confiada. Aquel extraño le inspiraba a l mismo tiempo confianza y desconfianza.
Le preparó un lugar en el depósito cerca de la cabaña y le ofreció comida y techo a cambio de algunos trabajos que ya tenía muy atrasados en la casa.
Él aceptó, era joven y no tenía donde ir, deambulaba hacía mucho tiempo sin rumbo.
Los días pasaron, las semanas pasaron, y en la cabaña siempre había algo para hacer.
La companía de él era muy amena y ella ya no se sentía tan sola.
Él siempre había demostrado mucha educación y cordura, además, estando lejos del pueblo, para ella se había convertido en un buen compañero.
Días atrás habían comenzado a compartir el desayuno, él llegaba temprano a la cocina y con mucho cuidado preparaba todo para los dos. Hablaban, reían, compartían historias vividas y el resto del día él regresaba a sus tareas y a su depósito hasta la mañana siguiente.
Una noche, muy silenciosamente, él se escabulló por la ventana de su habitación. Mientras dormía la contempló por largo rato, la admiró, sentía algo por ella , tal vez agradecimiento, tal vez cariño. Pero sabía que no podía amarla.
Así pasaron los días y cada noche él repetía su rito.
Durante el día, en la soledad del depósito, él lloraba amargamente, pues sabía que no podía amarla, sabía que sería nefasto, sabía que no debía hacerlo.
Aquella noche, como tantas otras, entró sigilosamente en la habitación. La contempló amorosamente, la acarició tan sutil e imperceptiblemente que casi ni la tocó, la besó con la suavidad de una seda...se había enamorado de ella...
De pronto, mientras la besaba, sus ojos se llenaron de una extraña penumbra, sus gestos se endurecieron fría y macabramente, y en un rápido, cruel y certero golpe...la asesinó."