miércoles, 16 de enero de 2008

De madrugada (II)


Muy de madrugada
aún en la penumbra
despierto
te miro.

Te recorro
te descubro.

Bajo las sábanas
te acaricio
te beso
te complazco.

Despierta mi hombre
sorpréndete
suspira
agítate.

Mírame a los ojos
goza
mi caricia
goza
mi osadía
quiero complacerte.
Quiero ser la dueña
de tu cetro ardiente.

De madrugada



Muy de madrugada,
aún en la penumbra
tu me invitas a salir del letargo.
Entre adormecida y despierta
comienzo a sentirte.
Tus manos me recorren,
caricias prohibidas
caricias que invaden.
Del sueño al deseo
me traes urgente
me tientas
me excitas
elevas mis ganas.
Me dejo invitar
te dejo invadir
despierta y ansiosa
te ayudo a sentir.
Muy de madrugada
aún en la penumbra
dos cuerpos, dos almas
despiertan
suspiran
se aman.