sábado, 1 de diciembre de 2007

...otra versión en la genialidad de Andre Rieu...

...esta melodía me estremece el alma...

Fragmento (mi favorito) de Romeo y Julieta (Zeffirelli 1968)

Acto 1 Escena 5

ROMEO.— Si profanara con mi mano indigna este sagrado altar, el amable pecado venial serían mis labios, dos ruborosos peregrinos que están listos para suavizar con un tierno beso tan rudo contacto…
JULIETA.— Buen peregrino, eres demasiado injusto con las palmas de tus manos, que bien muestran tu devoción. Los santos también tienen manos con las que tocan a los peregrinos y cuando enlazan palma con palma, es como un beso santo de los peregrinos…
ROMEO.— ¿Y acaso, los santos, no tienen labios?
¿Tampoco los peregrinos?
JULIETA.— Sí, los peregrinos tienen labios para decir sus oraciones…
ROMEO.— Entonces, santa adorada, deja que los labios hagan lo que las manos: que recen y que la fe no desespere.
JULIETA.— Los santos no se mueven, aunque acceden a las plegarias.
ROMEO.— Pues no te muevas, mientras recojo el fruto de mis plegarias…y que tus labios limpien a los míos del pecado.
JULIETA.— Venga a mis labios el pecado que los tuyos tenían
ROMEO.— ¿Un pecado?, ¿de mis labios? Oh, dulce urgencia del pecado, dame otro pecado, dame, dame...