Cierro mis ojos,
me abstraigo,
tus manos se mimetizan en las mías.
Recorren la negra serranía
del encaje y la seda.
Bajan,
se deslizan por las llanuras de mi piel.
Se aferran a la cima de mis caderas
y vuelven al norte.
Rozan, giran,
alteran mi superficie.
Suspiro, encorvo la cordillera de mi espalda,
me agito.
Mi sur se inunda,
florece cálido y húmedo en primavera.
Mi pequeño volcán austral
quiere explotar,
y ante el contacto insistente de las penínsulas
de tus manos,
en toda la superficie de mi planeta
tiembla en gran escala
hasta el valle más pequeño,
y mi universo entero se estremece,
vibra.
Luego
en la calma,
no abro mis ojos,
no quiero abrirlos...
me abstraigo,
tus manos se mimetizan en las mías.
Recorren la negra serranía
del encaje y la seda.
Bajan,
se deslizan por las llanuras de mi piel.
Se aferran a la cima de mis caderas
y vuelven al norte.
Rozan, giran,
alteran mi superficie.
Suspiro, encorvo la cordillera de mi espalda,
me agito.
Mi sur se inunda,
florece cálido y húmedo en primavera.
Mi pequeño volcán austral
quiere explotar,
y ante el contacto insistente de las penínsulas
de tus manos,
en toda la superficie de mi planeta
tiembla en gran escala
hasta el valle más pequeño,
y mi universo entero se estremece,
vibra.
Luego
en la calma,
no abro mis ojos,
no quiero abrirlos...
1 comentario:
Muy lindo...
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