sábado, 1 de diciembre de 2007

Fragmento (mi favorito) de Romeo y Julieta (Zeffirelli 1968)

Acto 1 Escena 5

ROMEO.— Si profanara con mi mano indigna este sagrado altar, el amable pecado venial serían mis labios, dos ruborosos peregrinos que están listos para suavizar con un tierno beso tan rudo contacto…
JULIETA.— Buen peregrino, eres demasiado injusto con las palmas de tus manos, que bien muestran tu devoción. Los santos también tienen manos con las que tocan a los peregrinos y cuando enlazan palma con palma, es como un beso santo de los peregrinos…
ROMEO.— ¿Y acaso, los santos, no tienen labios?
¿Tampoco los peregrinos?
JULIETA.— Sí, los peregrinos tienen labios para decir sus oraciones…
ROMEO.— Entonces, santa adorada, deja que los labios hagan lo que las manos: que recen y que la fe no desespere.
JULIETA.— Los santos no se mueven, aunque acceden a las plegarias.
ROMEO.— Pues no te muevas, mientras recojo el fruto de mis plegarias…y que tus labios limpien a los míos del pecado.
JULIETA.— Venga a mis labios el pecado que los tuyos tenían
ROMEO.— ¿Un pecado?, ¿de mis labios? Oh, dulce urgencia del pecado, dame otro pecado, dame, dame...








2 comentarios:

bloddylove dijo...

espero que no te pmoleste que haya tomado el fragmento de romeo y julieta, es para una historia que estoy escribiendo.

Gran blog el tuyo, me encanta!!

un saludo

Anónimo dijo...

Alguien comparte el mismo gusto con este pasaje. Es grandísimo y adorable, la pasión es casi tangible y se me erizan los bellos de los brazos de solo leerlo.

Estor enamorada de esta escena desde que leí el libro y vi la obra. No he dejado de sentir esa sensación a pesar de todas las veces que he repasado el libro en mis momentos de ocio. Es divino, caótico, me fascina.

Tiene un desplante original y apasional. Visionario. La forma de ver y reflexionar de lo que es un beso. Algo pecaminoso, :) adoro esta obra. Aunque prefiera Hamlet.